Final
Lejos en el pasado, un planeta habitado
por una armoniosa diversidad de vida,
apareció en el universo.
Un día la armonía se rompió,
y hombres comprometidos en una guerra total.
Más tarde, el planeta fue destruido.
A través de un largo sufrimiento
y perseverancia extraordinaria, este mundo demolido
lentamente reconstruido: nuestro planeta.
¿Hace alguna diferencia
que la progresión de la vida en nuestro planeta
una reconstrucción de la vida en lugar
de una evolución?
Absolutamente,
porque una progresión específica,
significa un resultado específico.
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La tierra y la naturaleza luchan
para redescubrir la armonía de su pasado lejano.
Los humanos son totalmente ignorantes de la situación.
Ellos se dirigen ciegamente en la dirección opuesta,
impidiendo que la naturaleza progrese hacia su objetivo.
¿Cómo podría la humanidad competir
con la naturaleza y el universo?
La culminación de los descubrimientos sobre la vida,
es un ultimátum de la Tierra, dado a la humanidad.
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Hace varios miles de años,
la humanidad fue atraída a una trampa mortal,
y que requiere nuestra atención inmediata.
Estamos en una emergencia de máxima prioridad,
y todos los demás temas en comparación, son puerilidad.
Cuando se acerca una gran crisis,
es fácil culpar a otros por ser la causa:
un grupo étnico, una comunidad religiosa,
un país, o una banda de conspiradores.
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La humanidad nunca ha experimentado un cataclismo,
pero sólo los desastres naturales.
Sin embargo, un gran desastre natural es mínimo
comparado con un cataclismo.
En el día de tal desastre,
no habrá más gobernantes ni gobernados,
ni rico ni pobre,
pero sólo angustia, sufrimiento y muerte.
Lo sorprendente es que la Tierra
colocó el desencadenante de la calamidad,
en nuestras propias manos (Ver Libro Volumen 2).
A pesar de un cambio radical en nuestra forma de vida,
la acumulación de agonía continúa en la naturaleza.
(Ver Libro Volumen 2).
¿Estamos entonces inevitablemente condenados?
Puede que no.
Al principio de la vida,
éramos los mantenedores de la naturaleza:
los que cuidan el medio ambiente,
y sus animales.
Nuestra misión no ha cambiado;
somos nosotros, los que hemos cambiado.
La única manera de cambiar nuestro oscuro futuro,
es obedecer a la Tierra: ir hacia la no masacre.
Como dice esta cita:
“El que siembra viento, recoge tempestades”.
Los animales,
que torturamos en todo el planeta,
luchar verdaderamente por salvaguardar
la vida en la Tierra;
incluido el nuestro. ¡Que irónico!
Cuando los humanos entiendan esto,
ya no mirarán a estas criaturas
de la misma manera (Ver Libro Volumen 2).
Desafortunadamente, la mayoría de las personas
ver lo que ellos quieren ver,
escuchar lo que quieren escuchar, y sobre todo,
creer lo que ellos quieren creer.
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El mayor peligro para la humanidad.
es una enfermedad llamada egoísmo,
y quién es la fuente de todos nuestros problemas.
Si la humanidad no se deshace de su egoísmo,
el egoísmo se deshará de la humanidad.
¿Hay alguna esperanza real de que los humanos
hacer un media vuelta para evitar lo peor?
Puede estar bien; como dicen algunas escrituras:
“Nadie es del todo bueno, ni completamente malo.”